RETABLO DE SAN CRISTÓBAL. ANÓNIMO. FINALES DEL SIGLO XIII. TEMPLE SOBRE TABLA. MUSEO NACIONAL DEL PRADO. SALA VÁREZ FISA

Retablo de San Cristóbal. Anónimo. Finales del siglo XIII. Temple sobre tabla. Museo Nacional del Prado. Sala Várez Fisa. 

Desde la entrada dedicada a Santa Bárbara, no me había vuelto a tomar como tema la vida e iconografía de un santo.

Para esta ocasión, he elegido un retablo maravilloso, diferente y único que se encuentra en la Sala Várez Fisa en el Museo Nacional Del Prado y su protagonista: SAN CRISTÓBAL.


Retablo de san Cristóbal. Finales siglo XIII. Anónimo.

San Cristóbal es uno de los pocos ejemplos que nos quedan de un retablo de tipo unitario con forma de pentágono que conservamos en el arte de La Corona de Castilla. La obra es anónima y está datado a finales del siglo XIII, principios del siglo XIV. 

La obra está realizada en temple sobre tabla. El soporte de la madera es la base de la pintura en la Edad Media. Países como Italia, no abandonaran el fresco, pero en el resto de Europa, sobre todo en Francia, Flandes o los reinos cristianos peninsulares utilizaban la madera. 

La madera, se consideró un material sólido, utilizada para la fabricación de objetos cotidianos... además de ser un material indispensable para el arte: crucifijos, vírgenes, conjuntos escultóricos, llegando al retablo como superficie pintada o esculpida siempre religiosa y destinados a capillas, iglesias, ermitas, monasterios...

La preparación de la madera como soporte pictórico es complejo:

  • Preparación de las tablas de madera de nogal, fresno, roble... Necesitan de un buen secado, ya que pueden abrir y quebrar. Esto también depende de la climatología de cada lugar. 
  • Las tablas se unen entre si por unas clavijas de madera, no de metal que debido a la oxidación, puede deteriorar rápidamente la tabla.
  • Se pulen y cubren con una capa impermeable al agua: GESSO. 
  • Se realiza el dibujo preparatorio.
  • Se aplica el pigmento: TEMPLE. 
El temple es la técnica reina de la pintura en la Edad Media hasta la aparición del óleo con los primitivos flamencos en el siglo XV. La diferencia de la técnica lo da el aglutinante. Al color o polvo de pigmento se le añade un aglutinante, en el caso del temple es la cola o goma. Si la técnica es temple al huevo, el aglutinante se hace con huevo y aceite o un barniz. 

El problema del temple es que da una superficie mate. Si fuera con huevo o barniz da cierto brillo. Pero el verdadero problema es que  no se puede superponer las capas de empaste, dejando una capa sin grosor, de tal manera que el protagonismo lo tiene el dibujo bien marcado para dar los detalles necesarios como rostro, ropajes o pliegues. Y algo importantísimo, no te puedes arrepentir, no puedes repintar encima, como si ocurre con el óleo. Realmente los hermanos Van Eyck para el óleo, utilizaron este aglutinante compuesto con aceite, sustituyéndolo por aceite de resina, dando un aspecto al empaste más grueso, que permite pintar capas tras capa y que se seca rápidamente. 

El retablo de san Cristóbal tiene como protagonista al santo en la calle central, acompañado por dos calles laterales con tres registros cada uno, dedicado a otros tres santos: san Pedro, san Blas y san Millán. Se corona en la parte superior en forma de trapecio con una escena de La Crucifixión bastante deteriorada. 

En la calle lateral izquierda, hay tres encasamentos dedicadas a san Pedro (de arriba a abajo):
  • Vocación de san Pedro y san Andrés.
  • Represión de Ananías y de su esposa Safira.
  • Martirio de san Pedro.
En la calle lateral derecha, hay tres encasamentos: dos dedicadas a san Blas y otra a san Millán (de arriba a abajo):
  • San Blas cura al niño asfixiado.
  • Decapitación de san Blas.
  • San Millán expulsa a los demonios.




Encasamento lateral izquierdo: San Blas cura al niño asfixiado

 


Encasamento lateral izquierdo: Martirio de san Blas.




Encasamento lateral izquierdo: San Millán realizado exorcismos.



Este retablo, estaba en la colección particular de Jose Luis Varez Fisa, donado por él en el año 1970. Debió ser un retablo desamortizado en el año 1836 y vendido posteriormente hasta que llego a manos de su antiguo dueño. No se sabe su procedencia, pero tener a san Millán en uno de los encasamentos, hace pensar que muy probablemente perteneció a algún edificio de La Rioja, gran devota de este santo. 

San Cristóbal, protagonista del retablo, tiene una vida legendaria, documentada su vida en el siglo III en Asia Menor. Nos relata su historia LA LEYENDA DORADA DE JACOPO DE LA VORÁGINE

Se llamaba realmente Réprobo, cananeo de una gran estatura. Decidió trabajar para el hombre más poderoso de la tierra, sirviendo a un rey. Réprobo, se dio cuenta que el rey tenía miedo del demonio, de tal manera que decidió abandonar su trabajo. Si el rey tenía miedo del demonio, no era el hombre más poderoso de la tierra. 

Un día, Réprobo se encontró con el demonio, y le ofreció sus servicios. Si el rey temía al demonio, este sería el más poderoso, pero se percató que el demonio, tenía miedo al crucifijo. El demonio tenía algo más poderoso que él. 

Un ermitaño, se encontró con Réprobo y le habló del poder de Cristo, el verdadero poder de la tierra y le instó a ayudar a los demás. 

Había un río donde era muy complicado cruzarlo y Réprobo debido a su altura, empezó ayudando a los pobres a pasarlos de un orilla a otra con un bastón. Sirviendo a los más necesitados, servirás al más poderoso de la tierra: Cristo.

Un niño, apareció un día y le pidió que le transportara a la otra orilla. Réprobo le llevó encantado, pero a medida que caminaba, le costaba más y más poder llevarlo. El niño se reveló como Cristo, el bastón de Réprobo germinó. Dejó su antiguo nombre y se llamaría CRISTÓBAL o PORTADOR DE CRISTO.

A partir de ese momentos Cristóbal vivió predicando y sufrió martirio. 

Este retablo debió ser un encargo que tenían cierta popularidad: imágenes para la protección. No solamente por san Cristóbal, también por los otros santos que le acompañan en los encasametos:

La protección es la siguiente:
  • San Cristóbal: muerte súbita, caminantes, peste, dolor de muela, mal de ojo, árboles frutales...
  • San Blas: males de garganta. 
  • San Millán: exorcismos. 
  • San Pedro: compromisos con la Iglesia. 
Hoy en día, San Cristóbal es protector de montañeros, alpinistas, automovilistas, ferroviarios, tranviarios, banqueros, descargadores, peregrinos, canteros, viajeros, deportistas y fruteros. 

Su festividad: 25 de julio en Occidente y 9 de mayo en Oriente. En la tradición hispana es el día 10 de julio para dejar libre la fecha a Santiago. 

En el retablo, san Cristóbal aparece de gran tamaño, apoyado en su bastón, ya germinado. En la mano izquierda porta una rueda de molino y lleva a Cristo sobre sus hombros. San Cristóbal coge del pie a Cristo para que no se le caiga la rueda de molino. Simbolismo de no abandonar pese a la dificultad. Puedes apoyarte en Cristo para superar las adversidades de la vida. 

Es curiosa la iconografía para marcarnos su altura y el río. Lleva subida la saya, dejando las "pantorrillas" al desnudo, para que podamos ver la transparencia del agua y los peces. Aquí hay otro claro elemento simbólico, si contáis hay 7 peces y 2 anguilas, estas últimas, representación del demonio por su parecido con las serpientes. Cristo es la representación del pez y las anguilas del demonio, de la tentación. 









Pero quizá la imagen más didáctica, es ver como lleva a los caminantes en el cinturón, en este caso dos, a un lado y a otro. Para representar su gran altura, los dos caminantes, parecen muñecos enganchados en el cinturón. Cristo, sin embargo, es más grande que estos personajes, pero claramente más pequeño que san Cristóbal. El niño, nos bendice con la mano derecha y en la mano izquierda porta el globo terráqueo. Este globo está dividido en tres partes. Arriba, representa el Sol y la Luna, luminarias del Génesis. Abajo, a la derecha, el agua con peces y anguilas (mismo simbolismo) y la izquierda dos castillos, representación de dos ciudades, una de ellas la Jerusalén celeste o del propio escudo de Castilla. 





Las características estilísticas nos abren camino al gótico lineal. San Cristóbal aparece representado de manera frontal, sin volumen, con una cromática de ocres, carmesíes, azules pero sin aparecer el pan de oro. La delimitación muy marcada de las figura... pero sobre todo, esa esencia de didáctica que nos recuerda al mundo románico que todavía no se abandona.. 

Por último, el retablo está enmarcados con los escudos de Castilla y León. ¿Encargo de los reyes de Castilla?. 


Un abrazo


BIBLIOGRAFÍA:

*Página web Museo Nacional Del Prado.

*Diccionarios del arte: Santos. Editorial Electa. Traducción: Carmen Muñoz del Río. 











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