SANTA ISABEL DE PORTUGAL. FRANCISCO DE ZURBARÁN (1598-1664). ÓLEO SOBRE LIENZO. 1635. MUSEO NACIONAL DEL PRADO. SALA 010B

Santa Isabel de Portugal. Francisco de Zurbarán (1598-1664). Óleo sobre lienzo. 1635. Museo Nacional del Prado. Sala 010B

Francisco de Zurbarán (1598-1664) no es uno de mis pintores favoritos. Siempre me ha parecido repetitivo en cuanto a los temas, con composiciones toscas, monje para allá, monje para acá... pero claro, si observamos la fecha de nacimiento y muerte coinciden con mi gran Diego Velázquez (1599-1660), y es que Don Diego, es mucho Don Diego, que dejó a un lado la representación religiosa para se encargarse de los retratos de corte de Felipe IV y su familia legal, digo legal porque si hubiera tenido que pintar a los más de 30 hijos bastardos del rey, hubiera necesitado ayuda urgente (con lo que a mi me gusta un buen chascarrillo). 

Francisco de Zurbarán nace en Fuente de Cantos (Badajoz), pero se educó artísticamente en Sevilla coincidiendo con Francisco Pacheco y con el propio Diego Velázquez. En Sevilla se demandaba ciclos religiosos para conventos y monasterios. Estábamos en plena Contrarreforma y necesitábamos santos, santos y santos para marcar la diferencia con el protestantismo (recordemos que no creen en los intercesores, y los santos tienen mucho de eso). En este mundo Zurbarán encontró su lugar. 

Velázquez se marcha a la corte madrileña en el año 1622, lo que a Zurbarán le supone un momento importante de encargos que se va a alargar hasta el año 1645 cuando entra en escena una nueva pintura de la mano de BARTOLOMÉ ESTEBAN MURILLO. En 1628 se instalará definitivamente en Sevilla recibiendo innumerables encargos tanto en Andalucía como en América, destacando los ciclos monásticos de la Cartuja de Jerez y del Monasterio de Guadalupe. 


Nuestra protagonista de hoy: Santa Isabel de Portugal


En el año 1634 hace un viaje a Madrid, se piensa invitado por Velázquez, para colaborar en la decoración del Salón de Reinos del Palacio del Buen Retiro, pintando las 12 PRUEBAS DE HÉRCULES y el cuadro de temática histórica: LA DEFENSA DE CÁDIZ FRENTE A LOS INGLESES, expuesto en dicho salón con otra de las maravillas de Diego Velázquez: LAS LANZAS O RENDICIÓN DE BREDA.


La defensa de la bahía de Cádiz (Zurbarán, 1634). Pintura para El Salón de Reino del Palacio del Buen Retiro


Como comentaba, en el año 1645 aparece Bartolomé Esteban MURILLO en Sevilla, trayendo una pintura más lumínica, más dulce que llamaba a la devoción más cercana, cambiando el martirio por el triunfo de los santos... Con la entrada de esta pintura nueva, Zurbarán pierde clientes, cada vez tiene menos encargos y sobre todo trabaja para América. En 1658 viaja a Madrid para probar suerte pero termina pasando penurias económicas hasta su muerte en la capital en el año 1664. 

Zurbarán sigue los pasos de la pintura contrarreformista del siglo XVII español. Basada en las ideas tenebristas, al igual que hizo Velázquez en sus comienzos, incluye al personaje en ese claroscuro que da dramatismo dentro de la propia composición pictórica... y ese es su problema... LA COMPOSICIÓN. A Zurbarán le costaba la realización de la perspectiva, de tal manera, que cuando quería incluir un fondo y ubicar en este a los personajes, el resultado era un cuadro de mala calidad. Pero hay algo que domina: LOS ROPAJES, y LAS TEXTURAS, de ahí su éxito en los ciclos monásticos. La representación del hábito de los monjes y todo lo que incluya tela y textura dentro de la obra hacen de su obra algo único. Una de las soluciones que solía tomar, era representar al personaje con un fondo neutro, de tal manera que aparecía como una figura etérea con un ropaje lleno de detalle. 
Tampoco hay que olvidad que gracias a este dominio de la TEXTURA, se convierte en un grandísimo BODEGONISTA. Ayyyyy ese BODEGÓN... que no le gusta a la mayoría del público.

Visión de San Pedro Nolasco (Zurbarán, 1629. Museo Nacional Del Prado). La composición es tosca: mesa y silla


Bodegón con cacharros (Zurbarán, 1650)


Zurbarán es de los pintores españoles del Siglo de Oro que menos evoluciona. Es verdad que al final de su vida, llega a dulcificar sus obras, pero siempre influenciado por MURILLO. 

SANTA ISABEL DE PORTUGAL (1635) es una obra que podéis contemplar en la EXPOSICIÓN REENCUENTROS DEL MUSEO DEL PRADO. Es una obra maravillosa donde representa a Isabel de Aragón (Zaragoza, 4 de enero de 1271- 4 de julio de 1336), hija de Pedro III El Grande, nieta de Jaime I El Conquistador (TOMA YA). Isabel contraerá matrimonio con Dionisio de Portugal (en clase le llamamos "EL DIONI". Este rey no atracaba carros llenos de oro que sepamos). El rey Dionisio de Portugal es un personaje muy importante para nuestra Historia. En su reinado se firmó EL TRATADO DE ALCAÑICES (1297), un acuerdo entre Castilla y Portugal que fijarán las fronteras que tenemos prácticamente en la actualidad con el país luso. ¿A que no sabéis quien es el personaje castellano que firma el tratado con "El Dioni"...????? MARÍA DE MOLINA. ¡TOMA TOMA!. María de Molina en esos momentos era regente de su hijo Fernando. Además de firmar el tratado, se trajo a la hija de "El Dioni" e Isabel: Constanza,  para que contrajera matrimonio con su hijo Fernando.

Pero vamos a centrarnos en el personaje de Isabel, que me gusta mucho el chascarrillo y me voy por otros lares. 

Isabel, ahora ya reina de Portugal era muy religiosa y caritativa. Al morir su esposo, profesó como monja clarisa , ingresando en un convento de Coimbra y con peregrinación a Santiago de Compostela incluido. 

En el cuadro de Zurbarán nos narra un milagro, un poco copiado de otros, en este caso realizado por San Diego de Alcalá (leeros la entrada sobre el retrato del INFANTE DON CARLOS DE SÁNCHEZ COELLO, que os explica muy bien a San Diego).

Santa Isabel, para ayudar a los pobres, sacaba caudales del palacio. Su marido "El Dioni", era un poco "rata" llegándo a prohibir a Isabel que ayudara a los más necesitados. Isabel no le hizo ni caso pero... claro "El Dioni", que no se fiaba, siguió a Isabel y paró a la santa en la puerta del castillo:

- ¿Qué llevas ahí?. ¿¿¿¿¿¿Es dinero ehhhhhhhhhhh?????- dijo "El Dioni"


Santa Isabel de Portugal (Eugenio Cajés, San Antonio de los Alemanes). Se puede ver en el fondo de la composición como "El Dioni" pide a Santa Isabel que le enseñe lo que lleva "escondido"


El rey obligó a su mujer que le enseñara que ocultaba bajo la saya y descubrió que escondía un manojo de rosas, y eso que estaban en pleno invierno: ¡MILAGRO!

A su muerte el 4 de julio de 1336, se sucedieron varios milagros. Beatificada en 1536 y canonizada en 1626. Su festividad es el día de su muerte: 4 de julio. 

Santa Isabel de Portugal (Zurbarán, 1635)

Este milagro lo realiza San Diego, en este caso sacando viandas del monasterio y Santa Casilda. En un primer momento el personaje del cuadro de Zurbarán, se pensó que era Santa Casilda, pero la corona que porta la protagonista nos da la pista "real". 

Santa Isabel aparece de cuerpo entero, enseñando las rosas (un pequeño guiño al BODEGÓN) que porta en el vestido. Representada con la corona, joyas y un magnífico vestido: azul, mostaza y rojo. Nos mira directamente al público, con un rostro muy personal, lo que hace pensar que pudo haber tenido una modelo. Esto era algo habitual en el barroco, se quería buscar el realismo, la cercanía y que mejor que unos rasgos completamente "naturales" para llevar esta devoción al fiel. Pero vamos a lo más importante: las texturas y los pliegues. Están realizados con tanta maestría, naturalidad y realismo. Es tan, tan difícil que el espectador pueda diferencias los tejidos, simplemente observando la obra... 



...Y Zurbarán lo consigue.



OTROS SANTOS... MISMO MILAGRO


Santa Casilda (Zurbarán, 1630-1635. Museo Nacional Thyssen)


San Diego de Alcalá (anónimo)


Un abrazo

 








Comentarios