EL PRÍNCIPE DON CARLOS. SÁNCHEZ COELLO (1531-1588). ÓLEO SOBRE LIENZO. 1555-1559.

El principe Don Carlos. Sanchez Coello (1531-1588). Óleo sobre lienzo. 1555-1559. Museo Nacional del Prado. Sala 055

Volvemos al RETRATO DE CORTE que me tiene completamente enamorada. Normalmente el retrato de corte le resulta bastante aburrido a el público que visita los museos. El lema del retrato de corte es una representación del retratado/a de una manera fría, distante y con un traje que marca la diferencia social con todo lujo de detalles. Este tipo de retratos no suele ser psicológico, no interesa mostrarlo, a no ser que seas María Tudor o Francisco de Goya, que siempre antepondrá su visión subjetiva del personaje, es decir, según te vea... así te pinta (era mejor caerle bien que mal y sino que se lo digan a María Luisa de Parma jeje).

El príncipe Don Carlos realizado por Sánchez Coello es un ejemplo muy interesante del llamado "PHOTOSHOP" de la época. Si, existe hoy en día en las revistas y redes sociales, porque no iba también a utilizarse en pleno S.XVI.

Empecemos por el artista: Alonso Sánchez Coello (1531-1588), nacido en Beinifaró de Valls (Valencia), se trasladó a Portugal junto con su familia. El rey de Portugal Juan III, le sufragó un viaje a Flandes donde contacto con Antonio Moro (artista del cuadro María Tudor), convirtiéndose en su discípulo. A la vuelta, la hermana de Felipe II, Juana de Austria, que estaba casada con el heredero al trono portugués, Juan Manuel, se había quedado viuda (1554), aquí empieza la vinculación con la corte española. La historia de Doña Juana es bastante triste, cuando se quedó viuda, estaba a punto de dar a luz al hijo de ambos, que nació un mes después de la muerte de su padre. Este niño será el futuro rey Sebastian de Portugal. En el año 1555, Felipe II demandó la presencia de su hermana en España, para que ejerciera la regencia del país mientras él estaba fuera. Juana abandonó Portugal, dejando a su hijo Sebastián en Lisboa, nunca volverá a verlo.  Alonso Sánchez Coello, viajó a Madrid para presentarle a Juana un retrato de su hijo. La técnica tan depurada del retrato gustó tanto en la corte española dando lugar a un contrato como PINTOR DE CORTE. 

A partir de ese momento, Sánchez Coello se encargará de pintar tanto a rey, sus mujeres, hijos y familia, con el permiso de Sofonisba Angissola a la que le dedicaré una entrada en este blog como solo ella se merece. 

Uno de los encargos más importantes y complicados fue el pintar al príncipe Don Carlos, hijo y heredero de Felipe II. Don Carlos fue fruto del primer matrimonio de Felipe II con su prima hermana María Manuela de Portugal. Primos hermanos, ayyyyy esta famosa... ¡ENDOGAMIA AUSTRIA!, va a dar más que una sorpresa... bueno... esta será una de las más aclamadas. 

Don Carlos nació en Valladolid en el año 1545, el parto fue complicado y su madre María Manuela no consiguió sobrevivir. Este chico desde muy pequeño empezó a dar señales de esa mezcla familiar: esquizofrénico, escoliosis, cojo, disfrutaba haciendo daño a los animales, vengativo, colérico... vamos una joya. 

Fue educado en Alcalá de Henares junto a dos niños más de la familia, uno de ellos fue Don Juan de Austria, hijo natural de Carlos I y y el otro, Alejandro Farnesio, nieto de Carlos I, fruto de una de sus hijas naturales: Margarita de Parma, gobernadora de los Países Bajos. 

Tenemos en cuenta que Felipe II no tuvo mucha suerte con la descendencia, y este niño, su heredero, porque lo que su temperamento y mala salud ponía en una encrucijada a su padre Felipe II.

Hay un chascarrillo muy interesante y "divertido" que tuvo como protagonista a este chico. Estudiando en Alcalá de Henares, Don Carlos vivía en el Palacio Arzobispal. Un día... correteando a una sirvienta, cayó por las escaleras, se golpeó la cabeza quedando en coma. Su padre muy preocupado por la salud de su heredero, mandó traer el cuerpo incorrupto de San Diego, uno de Los Santos más aclamados y famosos de Alcalá. Cuenta las crónicas que depositaron el cuerpo del santo en la cama del príncipe y sanó de inmediato... (no me extraña, a mi me ponen una momia en la cama y resucito al instante). Felipe II muy aliviado por la curación del príncipe, quiso tener parte del cuerpo en el Monasterio del Escorial, por lo que mandó cortar las piernas a San Diego que se llevaron  a dicho monasterio y el resto se quedó en la Catedral Magistral de Alcalá. Vamos, cuarto y mitad de San Diego por un lado, cuarto y mitad para otro. Cuando se visita la tumba de San Diego en Alcalá, se ve que el ataúd de plata donde está depositado es un poco más pequeño, debido a esta amputación del S.XVI. UYUYUYUYUYUYUYUYUYYYYYYYY...

La historia entre padre e hijo no terminó bien. Felipe II descubrió el plan de su hijo para huir a Flandes y hacerse con el Gobierno de los Países Bajos. Felipe II le puso bajo arresto en el año 1568. Seis meses después Carlos muere de inanición, decidió no comer, muriendo el 24 de julio de 1568. 

Ese fue uno de los peores años para Felipe II, su hijo murió en julio y su tercera esposa Isabel de Valois moriría en octubre de 1568, dejando al rey sin heredero, con dos hijas pequeñas y por tercera vez viudo.

El cuadro está realizado entre el año 1555-1559, lo que nos indica que debe ser una de las primera obras que pinta el artista a su llegada en la corte española. El príncipe tendría entre 10/14 años. Se parece a su padre, si... los genes son así.... pero después del parte médico que os he dado se puede apreciar cierta relajación en las físico y formas del príncipe. El retrato sigue los modelos de Antonio Moro: retrato de tres cuartas, detallismo en el traje, diferencia de texturas (sobre todo en la capa de arimiño o el jubón amarillo)... todo ello equilibrado con un fondo casi neutro, solo roto por la ventana  en la zona izquierda del cuadro, que abre la composición con un paisaje. 



Os habéis quedad con ganas de más chascarrillossss...¿¿¿¿¿eh?????. Por hoy es suficiente. La "María Patiño" de La Historia volverá con más novedades.



Un abrazo

BIBLIOGRAFÍA

*Guía Museo Nacional del Prado. Editado por Museo Nacional del Prado.


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